viernes, 14 de mayo de 2010

Controlando las presiones


Hace unos años, conocí a una persona. Y a través de esa persona conocí a otra persona, una joven vital, simpática y de buenos valores. Venía del interior del país y tenía un lindo carisma. Parecía llena de vida. Pícara y bondadosa.

Ella llegó a la ciudad capital, y si bien le costó adaptarse, lo hizo. Y creó una vida aquí. Pero luego una serie de sucesos hicieron que cierta presión rodeara su entorno. Primero debió dejar la comodidad de un departamento propio a pasar a vivir en una pensión compartida. Después el estudio la fue cansando con sus exigencias. Parecía manejarlo bien. Pero a los pocos meses, falleció de manera natural. Un cortocircuito en su cabeza.

No se puede asegurar que el estrés de esta situación tensa haya sido el responsable de este deceso natural. Pero de seguro tuvo algo que ver.

El universo es energía pura. La materia, nuestros cuerpos, tienen energía concentrada en forma de piel, órganos, huesos, todo nuestro organismo en general. Entonces, las presiones que nos afectan, nos preocupan y nos hacen sufrir, perturban nuestras energías y esto se materializa físicamente.

Todo aquello que nos afecte emocionalmente, nos repercutirá en nuestro cuerpo, a menos que sepamos controlar y manejar el mal momento lo mejor posible.

Hace unos años, conocí a una persona. Y a través de esa persona conocí a otra persona, un joven ameno, apuesto, trabajador y leal. El había formado una linda historia de amor desde jovencito y durante años con quien, tras varios años de noviazgo, se había casado. Recuerdo ese casamiento.
Pero hace poco tiempo, esta pareja se separó por causas que desconozco. Pero siempre me dio la sensación de que él no quería terminar esa relación y por ende, quizás el sufrió más por la separación.

Supe verlo hace poco y estaba bien, o al menos eso parecía. Hasta que recientemente falleció. Las causas no son muy claras pero aparentemente algún tipo de trastorno pulmonar.

Quizás algún exceso en cosas que venía tomando, pastillas y demás hayan colaborado.
Pero otra vez, y en ambos casos, una mala experiencia de presión y sufrimiento, desencadenó en una muerte.

De este análisis es que te cuento , a vos que lees esto, NO DEJES QUE LAS PRESIONES TE DOMINEN, no estoy diciendo que te vas a morir, estos fueron casos extremos, pero que sepas que puede traerte consecuencias a tu salud física y mental.
Viví en paz. Tranquilo. No te amargues por cosas que no tienen importancia.
Sé feliz. Y cuando algo malo te afecte, controlá lo mejor que puedas tus estados de ánimo.

Saludos. El universo te necesita.

No hay comentarios:

Publicar un comentario