martes, 25 de agosto de 2009

Pasiones benéficas y destructivas


La pasión en un sentimiento, es algo que nos motiva, que nos da fuerzas, que nos da fé, alegría, devoción… en fin, es como un motivador. Podemos definirla de diferentes maneras, seguramente cada cual tendrá su propia definición.


Ejemplos hay muchos… ser fanático de un club de fútbol, ser fan de una serie o artista, practicar algún tipo de culto religioso o ser parte de alguna agrupación política entre otras cosas. Si lo hacemos con mucha pasión, si nos compenetramos mucho con alguna de éstas cosas, allí es donde yo creo, deja de ser una pasión benéfica para uno (es decir algo que nos permite desarrollarnos para el bien común y para nuestro propio progreso), y se transforma en una pasión destructiva.


¿Porque?.


Sucede que si defendemos estas expresiones diversas cualesquiera de estas que sea a rajatabla, nos volvemos cerrados y defendemos a morir una determinada idea o postura, y automáticamente rechazamos las otras expresiones e incluso podemos llegar a combatirlas. Y allí tenemos el ejemplo de las barras de fútbol y la violencia, o los extremistas de organizaciones políticas, o los enfrentamientos y las intolerancias entre miembros de diferentes religiones, etc.


Entonces podemos deducir que ser de tal o cual idea o expresión, y serlo con cierto extremismo, nos divide y enfrenta con el resto de la sociedad que tenga otros ideales. Todos los ideales, algunos mas erroneos otros mas correctos, todos son por igual respetables. No podemos ser intolerantes con estas cosas.


Y nuevamente propongo el diálogo y la comprensión como salida. No imponer nuestras ideas a la fuerza. No creer que nuestra postura siempre se impondrá sobre las demás.


Ser apasionado es algo positivo. Serlo en exceso nos enfrenta a nuestros pares.

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