Prisioneros del Sistema

Somos prisioneros del Sistema. De la sociedad. Del orden establecido. Del capitalismo reinante. Del materialismo que todo lo impregna.

Nos imponen una cultura de consumo, donde uno trabaja mas horas por semana de las que disfruta, para poder en muchos casos apenas subsistir comprando comida y pagando un alquiler… techo y comida… para tener lo básico necesitamos trabajar mucho mes a mes. La vida está para disfrutar, para meditar, para mejorar, para ayudar a otros, para salir todos adelante. Ahora bien…después de la clásica jornada laboral , rutinaria y esclavizante, ¿nos quedan realmente ganas de hacer cosas?...

Generalmente cenamos, miramos algo de televisión, un baño y a la cama… y creemos que eso es disfrutar la vida…

¿Y disfrutar de la naturaleza? ¿Juntarse con afectos? ¿Respirar aire puro? ¿Meditar en paz? ¿Ayudar a otros?... no queda mucho tiempo para eso, apenas alguna noche por semana podremos hacer algo de eso, y el fin de semana alguna otra salida para despejarnos… pero lo que mas queremos el fin de semana es descansar de la rutina…

El sistema del consumo, de trabajar para obtener dinero y desde allí tener libertad, en realidad nos esclaviza. ¿Como puede ser que para tener tu techo propio generalmente debas recurrir a un préstamo a 10, 20 o 30 años? , años en los cuales no te queda otra que trabajar y trabajar horas y horas obligado para pagarlo. Algo no cierra en este sistema y sin embargo todos lo aceptamos.

Y ni que hablar de cuanta gente queda exenta de tener techo propio o comida digna. Este sistema por si fuera poco, a la mayoría nos esclaviza en rutinas, y al resto los margina a vivir en la calle de lo que dejan los demás… y a algunos pocos les da tanto poderío económico que esos son los pocos que no tienen necesidad de ser esclavos de un trabajo… pero son pocos… ¿y el resto?.
Los medios de comunicación nos manipulan según intereses propios, económicos o políticos.
La sociedad nos cría y nos forma para ser obreros toda la vida, en algún momento tenés hijos los cuales pasarán por el mismo ciclo de consumo, prisioneros del dinero.

Las mujeres son prisioneras de su imagen, así las forma la sociedad… si no son bellas no son competencias para las demás… es una competencia silenciosa pero real, se les impone un ideal de belleza el cual deben alcanzar para ser deseables por el sexo masculino. Y las que no encajan en esos estados físicos, sufren por ser marginadas, poco deseadas, incluso discriminadas y sintiéndome mal por sentirse feas… esclavas de su imagen…

Después, todos somos prisioneros de la inseguridad, el propio sistema genera mucha gente que se dedica a lastimar y perjudicar a otros para su propio bien. Es egoísmo puro pero producto muchas veces de la falta de valores y ética, cosas que se transmiten desde el hogar y la sociedad, dos estructuras que fallan mucho debido a las falencias de la economía.

Solemos andar durante todo el día a las corridas para ahorrar unos pocos minutos y llegar antes a casa. Desesperados por cerrar otro día de trabajo esclavizante. Aunque pueda gustarnos el trabajo, que no siempre ocurre, igual que nos impongan una cárcel de horario que nos impida hacer las cosas que si queremos, es agobiante y te genera rutina e insatisfacción. A veces estrés y problemas de salud.

Y muchos vivimos en ciudades gigantes que hemos creado. Contaminados por el ruido, el smog, la mala vibra en general de la gente robot que día a día corre a su rutina.

Prisioneros de la rutina del dinero, del trabajo, del materialismo, de lo difícil que es cubrir las necesidades básicas, vivimos a las corridas para comprar algo nuevo a fin de mes… con todo esto nos olvidamos de lo realmente importante en esta vida, vivir, ser felices, amar, soñar, crear, disfrutar, ayudar al otro, meditar. Ser buenas personas en general. Nos queda poco tiempo para eso. Y así estamos, parecemos máquinas egoístas luchando cada cual por su techo y te importa un bledo en resto mientras vos estés relativamente bien.

Somos esclavos de un sistema que nos mantiene así controlados , y nos hace ser egoístas con el resto. Tenemos que despertar. Tenemos que mejorar. Tenemos que cambiar este mundo, está mal. Pero nunca es tarde para cambiar.